Todo lo que necesitas saber sobre la Taxonomía de Bloom

Al igual que las costumbres y la tecnología, la enseñanza va cambiando con el pasar del tiempo. En este artículo vamos a explicarte qué es, para qué sirve y los niveles con los verbos que componen la Taxonomía de Bloom para que puedas aplicarla a tus clases, trabajos académicos y tesis. 

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¿Qué es la Taxonomía de Bloom?

La Taxonomía de Bloom es un método evaluativo creado por el psicólogo y pedagogo estadounidense Benjamin Bloom en el año 1956. Este método te permitirá evaluar los niveles de conocimiento que puedan alcanzar tus alumnos, sea dentro de un área o asignatura determinada.

Gracias a este método evaluativo, podrás comprobar los conocimientos y habilidades que han adquirido tus alumnos durante el proceso de aprendizaje. Podrás, por medio de la Taxonomía de Bloom, cuantificar los resultados y lograr los objetivos de aprendizaje. 

¿Para qué sirve este método evaluativo? 

La Taxonomía de Bloom resulta útil para la jerarquización de los procesos cognitivos de tus estudiantes. Es decir, se separa en varios niveles y te ayudarán a facilitar tu labor a la hora de realizar autoevaluaciones. A esos niveles que te comentamos, los puedes relacionar e identificar con diversos verbos que pueden ayudarte a marcar los objetivos que te propongas.

Para poder establecer tus objetivos de aprendizaje, debes tener en cuenta el nivel en el que se encuentran tus alumnos y su nivel de desempeño. Los debes plantear en infinitivo. Gracias a este método, podrás hacer las tareas y actividades para tu clase y alcanzar un mayor desarrollo en los proyectos escolares. 

Taxonomía de Bloom: niveles de medición

Ahora vamos a explicarte los distintos niveles que componen la Taxonomía de Bloom junto con sus respectivas áreas: 

• Intelectual y/o cognitivo: aquí tendrás en cuenta cómo es captada la información. Las habilidades intelectuales de tus alumnos en relación al manejo de datos e información. Los niveles, de manera incremental, son: conocimiento; comprensión; aplicación, análisis; síntesis y evaluación.
• Actitudinal y/o afectivo: aquí analizarás cómo o de qué manera afectan e influyen las emociones en el aprendizaje de tus alumnos. Analizarás aspectos como las emociones, los prejuicios, sentimientos, valores e intereses de tu alumno. Los niveles, en el mismo orden que antes: recepción; respuesta; valoración; organización y caracterización.
• Procedimental y/o psicomotor: en esta otra área, harás especial énfasis en los aspectos que afecten el proceso de aprendizaje. Destacan las habilidades corporales, coordinaciones neuronales y musculares y las destrezas motoras. Los niveles: imitación; manipulación; precisión; control; automatización y creatividad.

Estos niveles no son rígidos, pueden ir variando y no necesariamente debe iniciar por el primero. Pueden alterarse según los conocimientos que posean cada uno de tus alumnos. 

Actualización de la Metodología de Bloom 

Este método evaluativo se sigue practicando a día de hoy. Naturalmente, se ha sometido a muchas actualizaciones y revisiones dado el desfasaje de conocimiento y el avance en cuanto a la educación. Se ha adaptado a las nuevas tecnologías, sociedades, conceptos y tratos hacia los jóvenes por parte de los profesores.

Una de la más aplicadas es la de Anderson y Krathwohl (2001). Aquí, se formula una nueva pirámide de procesos, similar a la original, pero con las ya comentadas actualizaciones. Cada nivel se compone de indicadores de procesos cognitivos y verbos presentes en la Taxonomía de Bloom. Inicia del orden inferior y finaliza en el superior: 

• Recordar: nivel que se enfoca en la capacidad de lograr y obtener retener información relevante en la memoria a corto y largo plazo. 
• Comprender: esta habilidad implica la habilidad de conocer lo que significa el material académico que enseñaste. Un buen ejemplo es la lectura en clase. 
• Aplicar: volver y replicar lo adquirido en clase o durante el proceso educativo. 
• Analizar: fragmentación del conocimiento en muchas variables que pueden ser interrelacionadas nuevamente. 
• Evaluar: con esta acción, y verbo, finalizaba la original Taxonomía de Bloom (edición 1956). Se debe crítica y comprobar los resultados. 
• Crear: este nuevo proceso es el actual y final. Consiste en poder aplicar lo previamente aprendido por parte de tus alumnos con el fin de crear algo nuevo y original. Previamente a poder crear, debe poder ser capaz de planificar; producir y generar. 

El nuevo nivel de creación se enfoca en la capacidad del alumno de comprender los conceptos y crear a partir de ello. Esto es importante par que apliques en tu programación o unidad didáctica.

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